Invertir en coliving puede ser una excelente oportunidad en un mercado inmobiliario que evoluciona rápido. Sin embargo, este modelo exige entender sus particularidades para evitar errores costosos.
En este artículo, te mostramos por qué el coliving está en auge, cómo se compara con otros tipos de inversión, cuáles son sus riesgos y beneficios, y qué buenas prácticas seguir para gestionarlo. También descubrirás cómo herramientas como Minut pueden ayudarte a mantener el orden, proteger tus márgenes y optimizar la convivencia.
El coliving ha pasado de ser una tendencia incipiente a una alternativa inmobiliaria con recorrido. Sus fundamentos económicos están respaldados tanto por cambios sociales como por datos de mercado que posicionan este modelo como una inversión estratégica.
El coliving responde a una nueva forma de vivir y trabajar: convivencia compartida, espacios colaborativos y un estilo de vida más conectado.
Millennials, nómadas digitales y jóvenes profesionales lideran esta tendencia, pero también cada vez más personas mayores, se suman a estos entornos para evitar el aislamiento, compartir gastos y disfrutar de compañía sin perder independencia.
En ciudades con precios de alquiler elevados, compartir espacio sigue siendo una opción moderna, sostenible y socialmente activa para una población diversa.
La movilidad laboral global, impulsada por el teletrabajo, los contratos temporales y los desplazamientos profesionales, ha generado una creciente necesidad de estancias medianas y flexibles.
Por otro lado, la urbanización acelerada —con más de dos tercios de la población mundial viviendo en ciudades en 2050— intensifica la escasez de vivienda urbana.
El coliving encaja perfectamente aquí: maximiza el uso del metro cuadrado, ofrece comunidades integradas en entornos urbanos, y reduce los costes de acceso. Estos factores sitúan el coliving como un modelo rentable y sostenible en tiempos de alta movilidad y densidad urbana.
Según datos de Grand View Research el mercado global del coliving fue valorado en más de 7.800 millones USD en 2024 y se espera que crezca un 13,5 % anual hasta 2030.
En países como España, el stock de “flex living” o coliving podría duplicarse hasta alcanzar 20 000 camas para 2025, según CBRE (Coldwell Banker Richard Ellis), una de las mayores consultoras internacionales en inversión y gestión inmobiliaria.
Asimismo, en Madrid el número de camas de coliving creció de 2 000 en 2022 a 10 000 en 2024. Estas cifras reflejan una tendencia firme: el coliving se establece no solo como un nicho emergente, sino como una clase de activo consolidada, con potencial de expansión especialmente en entornos urbanos.
El coliving no solo representa una tendencia en auge, sino también una alternativa más rentable frente a otras fórmulas de inversión residencial. Vamos a ver cómo se compara con los modelos tradicionales y qué factores influyen directamente en su retorno económico.
A continuación, te mostramos una tabla que resume las principales diferencias económicas entre tres modelos de inversión residencial:
Una de las grandes ventajas del coliving está en su capacidad para maximizar cada metro cuadrado. A diferencia de un alquiler convencional, donde se alquila la vivienda completa a una sola unidad familiar, el coliving permite dividir el espacio en habitaciones privadas con zonas comunes compartidas. Esto multiplica el número de personas por inmueble y, con ello, los ingresos.
Además, al ofrecer servicios adicionales (limpieza, mantenimiento, eventos, etc.), se puede justificar una tarifa más alta. Muchos inversores reportan ingresos hasta un 30 % superiores por m² comparado con el alquiler tradicional. Esta rentabilidad se incrementa si el diseño interior está optimizado y se aplican procesos eficientes de gestión.
Aunque el coliving implica una mayor rotación de inquilinos, su tasa de ocupación se mantiene muy alta debido a la flexibilidad que ofrece. En grandes ciudades, puede alcanzar el 95 %, según estudios de Savills. Esta rotación no supone un problema si el proceso de entrada y salida está bien estructurado.
La variedad de perfiles (estudiantes, profesionales, expatriados, etc.) reduce la estacionalidad típica del alquiler turístico. Al segmentar bien la oferta, el coliving permite mantener ingresos estables durante todo el año. Al cobrar por habitación, se reduce el riesgo de vacancia total del inmueble.
Invertir en coliving presenta oportunidades únicas, pero también ciertos desafíos que conviene conocer antes de lanzarse. Aquí analizamos sus beneficios más destacados, los riesgos a tener en cuenta y qué tipo de inversor puede realmente sacarle partido.
✅ Mayor rentabilidad por metro cuadrado
El modelo por habitaciones permite generar más ingresos que el alquiler tradicional.
✅ Alta tasa de ocupación
Gracias a la flexibilidad y demanda constante, el riesgo de vacantes prolongadas es bajo.
✅ Diversidad de perfiles de inquilinos
Atrae a estudiantes, profesionales jóvenes, expatriados y trabajadores en movilidad.
✅ Gestión escalable
Permite una operación profesionalizada con apoyo de herramientas digitales como Minut.
✅ Modelo adaptable a distintas ciudades
Funciona en grandes urbes y también en mercados secundarios con buena conectividad.
⚠️ Alta rotación de inquilinos
Implica más logística. Solución: estructurar el onboarding y automatizar procesos.
⚠️ Problemas de convivencia
La vida compartida puede generar conflictos. Solución: normas claras y monitoreo con herramientas como Minut.
⚠️ Regulación cambiante
Algunas ciudades limitan este tipo de alquiler. Solución: informarse y operar dentro del marco legal.
⚠️ Mayor inversión inicial
Adaptar una vivienda para coliving requiere reformas. Solución: planificar bien el retorno de inversión.
⚠️ Gestión más compleja
Más tareas diarias. Solución: centralizar la operación con un PMS y automatizaciones.
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El coliving no es una inversión pasiva tradicional. Requiere implicación, visión a medio y largo plazo, y una voluntad clara de optimizar procesos. Para un inversor institucional o un operador con experiencia, representa una palanca potente de rentabilidad escalable.
En cambio, para un particular sin experiencia o que busca una rentabilidad inmediata sin implicarse en la gestión, este modelo puede resultar demasiado exigente sin un acompañamiento profesional.
En resumen: el coliving funciona mejor para inversores dispuestos a estructurar su operación, digitalizar la gestión y apostar por una propuesta diferenciada en el mercado actual.
La gestión del coliving requiere una combinación de procesos claros, herramientas tecnológicas y una comunicación fluida con los residentes. A diferencia de otros modelos, aquí la convivencia es clave y cualquier fallo puede afectar a toda la experiencia. Veamos cómo optimizar cada aspecto para lograr una gestión sólida, escalable y profesional.
Una buena gestión empieza con una organización interna bien definida. Establecer protocolos desde el primer día permite que el equipo sepa qué hacer en cada situación: desde la limpieza hasta la resolución de incidencias. Es importante diseñar un calendario de tareas recurrentes, asignar responsables y establecer sistemas de seguimiento. Las rutinas claras evitan malentendidos y reducen errores humanos.
Además, ayudan a mantener la calidad del servicio, incluso cuando cambia el personal. Cuando todos conocen sus funciones y plazos, se gana en eficiencia y profesionalismo. Esto se traduce en menos imprevistos, mejor mantenimiento y una experiencia más fluida para los residentes. Una operativa bien engrasada es la base para escalar con confianza y mantener una reputación sólida en el tiempo.
Gestionar un coliving de forma eficiente pasa por adoptar una lógica de smart building: espacios conectados, gestionables a distancia y diseñados para optimizar tanto la experiencia del residente como la operativa diaria. Estas tecnologías permiten mantener el control sin invadir la privacidad:
La convivencia en espacios compartidos depende en gran medida de una comunicación transparente y de normas consensuadas. Desde el primer contacto, el residente debe conocer los principios básicos del coliving: respeto por los espacios comunes, horarios de silencio, uso de zonas compartidas, etc. Esto no se trata de imponer, sino de crear una cultura compartida.
La comunicación debe ser constante, accesible y multicanal: apps, carteles visibles, canales de mensajería. Escuchar a los residentes, atender dudas o resolver tensiones con rapidez mejora la experiencia y reduce la rotación. Una comunidad informada y bien gestionada es más estable y satisfecha. Finalmente, pensar en pequeños detalles como bienvenidas personalizadas o encuestas periódicas demuestra atención y refuerza el vínculo entre el gestor y los inquilinos.
Invertir y gestionar un coliving implica también entender el entorno legal y el tipo de residentes que se alojarán. A continuación, te explicamos las regulaciones clave y cómo adaptar la gestión según el perfil de inquilino.
En España, el coliving no se rige por la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos), sino por un contrato de arrendamiento de habitación o prestación de servicios.
En Cataluña, se ha definido esta modalidad como “alojamiento de espacios comunes complementarios” con requisitos mínimos de superficie y condiciones urbanísticas. Es esencial detallar en el contrato los servicios incluidos, normas de convivencia y régimen sancionador para evitar conflictos.
La regulación local (como en Madrid o Barcelona) también puede restringir unidades menores a 40 m² o imponer límites tarifarios. Para operar legalmente, conviene revisar la normativa autonómica y municipal antes de lanzar el proyecto.
El coliving atrae perfiles diversos pero con motivaciones comunes en torno a flexibilidad y comunidad:
Conocer estos perfiles permite diseñar espacios, ofertas y servicios alineados con sus necesidades y expectativas.
Invertir en coliving ya no es una apuesta de nicho, sino una estrategia sólida para quienes buscan rentabilidad, flexibilidad y adaptación a las nuevas formas de vivir. Para inversores, gestores inmobiliarios y operadores de alquileres flexibles, este modelo ofrece oportunidades reales de crecimiento y diferenciación.
✅ ¿Por qué el coliving se ha convertido en una oportunidad de inversión?
La transformación de los estilos de vida y la demanda creciente hacen del coliving una respuesta moderna y rentable a los nuevos hábitos residenciales.
✅ Rentabilidad del coliving frente a otros modelos inmobiliarios
Este modelo permite maximizar los ingresos por metro cuadrado y reducir la rotación, superando en muchos casos al alquiler tradicional y turístico.
✅ Ventajas e inconvenientes de invertir en coliving
El coliving ofrece control operativo, ingresos estables y segmentación, pero requiere una gestión activa y una visión a medio plazo.
✅ Cómo gestionar eficazmente un inmueble de coliving
El uso combinado de PMS, sensores como Minut y rutinas claras permite automatizar tareas, supervisar ocupación y ruido, y mantener una convivencia fluida sin intervención constante.
✅ Marco legal y perfil de inquilinos en el coliving
Los contratos por habitación, la normativa local sobre alojamientos compartidos y la identificación de perfiles como nómadas digitales o profesionales jóvenes son clave para cumplir la ley y ofrecer una experiencia adaptada.
En este contexto, Minut se convierte en un aliado estratégico: ayuda a automatizar el control del ruido, la ocupación y el respeto de las normas de convivencia sin vulnerar la privacidad, optimizando la gestión operativa de cualquier espacio de coliving.
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