Historias de anfitriones: Las fiestas más insólitas y consejos para evitarlas

Gestionar un alquiler vacacional no es tarea fácil. Las fiestas no autorizadas y los destrozos en la propiedad parecen ser moneda corriente para los gestores de propiedades en España. Aquí te contamos algunas de las historias más descabelladas y cuáles son los consejos para poder evitarlas.
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Casos prácticos
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December 1, 2022
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Historias de anfitriones: Las fiestas más insólitas y consejos para evitarlas

Gestionar un alquiler vacacional no es tarea fácil. Las fiestas no autorizadas y los destrozos en la propiedad parecen ser moneda corriente para los gestores de propiedades que deben lidiar con huéspedes que no cumplen con las reglas de la casa.

Por este motivo, hemos realizado una encuesta con Lodgify, un software de alquiler vacacional con el que es posible gestionar todos los calendarios, canales y reservas de un alojamiento desde un único lugar.

Los resultados de la encuesta, que hemos realizado a más de 70 gestores de propiedades, desprenden que el 40% ha tenido problemas en sus alquileres de corta estancia debido a fiestas no autorizadas por parte de los huéspedes.

Asimismo, hemos descubierto que ell costo de los daños causados en la propiedad después de una fiesta no autorizada puede variar mucho. Según nuestra investigación, el promedio en España es de 1180€.

Además del gasto que una fiesta no autorizada conlleva, uno de los problemas más comunes son las quejas de los vecinos, esto supone un problema para algunas comunidades vecinales que buscan paz y tranquilidad en sus viviendas. 

Es necesario adoptar un enfoque proactivo para el alojamiento responsable, y de esta manera evitar que aumenten las tensiones en tu vecindario.

Aquí te dejamos algunas de las historias más insólitas que los administradores de propiedades han tenido que enfrentar.

Una quinceañera en libertad

“En mi primer hospedaje de un departamento nuevo, -nadie había entrado ni dormido allí aún- con obra de arte original, ropa de cama sin estrenar y toda la cocina hecha a nuevo, recibí una reserva de una persona adulta que quería alojarse con su familia por una noche. Al día siguiente llegó una pareja de adultos con dos hijas menores de edad, 15 y 17 años.

Luego de ingresar a la propiedad, los adultos se retiraron y dejaron a las jóvenes solas, quienes invitaron a otros jóvenes y toda la noche fue de música a todo volúmen y bebidas.

A la mañana siguiente, me encuentro con que habían dejado el apartamento lleno de confeti de colores que se había colado a todos los muebles de la casa. El techo tenía descarpeladas porque habían pegado con cinta de pegamento hilos que sostenían globos y al quitarlos se traían la pintura. Luego, al salir en coche, la joven mayor chocó contra el muro del departamento dejándole un agujero hasta que se marcharon. Fue un desastre de una noche en un apartamento totalmente nuevo y hermoso.

Me quejé con la persona que había alquilado la propiedad, que resultó ser la mamá que les regaló a sus hijas una noche fuera de casa, sin adultos y con total libertad para celebrar su cumpleaños. Ella se hizo cargo de los daños finalmente pero aún ahora, pasados 3 años de aquél evento, aún sigo encontrando confeti de colores de esa primera noche de una quinceañera en libertad.”

El cumpleaños que fue un festival

“Lo que iba a ser un cumpleaños para 8 personas el sábado al mediodía, terminó siendo un after que empezaba en la madrugada del sábado para el domingo y terminaba el lunes a las 14:00 pm.

A las 8:30 de la mañana del lunes recibí quejas por parte de los vecinos por el tráfico y el ruido que salía de mi propiedad. Me apresuré y me dirigí a la propiedad lo más rápido posible, cuando llegué había muchísimos coches aparcados, tantos que tuve que aparcar el mío en doble fila.

Al entrar en la propiedad, me encuentro con un seguridad que me pide mi ticket de entrada, consigo ir directo al cuadro eléctrico pasando por delante del Dj que estaba pinchando en la cocina y logré desconectar la electricidad. A partir de ahí, vinieron tres personas preguntándome qué estaba haciendo, les dije que era mi casa y que no la había alquilado para ninguna fiesta y que debían marcharse. Tuve que negociar con ellos y sin música dejar que los que tenían una copa en la mano se fueran marchando porque las habían pagado y eran clientes ajenos. Ellos no tenían la culpa pero en ese instante corté la venta de copas y, aún así, los últimos invitados se fueron a las 14:00 horas.

Los huéspedes que habían alquilado mi casa, habían impreso tarjetas y tickets de entrada con el plano para llegar a mi propiedad y por el otro lado los horarios con las actuaciones de los Djs que estaban contratados.

El responsable de la reserva nunca dio la cara aunque lo llamé y no me quiso contestar. Estuve más de tres meses recogiendo colillas, vasos de plástico y pajitas por todo el jardín.”

Una pool party en Ibiza

“Alquilé mi propiedad a un grupo de 6 parejas de mediana edad que visitaban por primera vez la isla.

Al recibirlos y comentarles las reglas de la casa, se mostraron muy empáticos y fueron muy amables con la recepción, comentándome que estaban allí para celebrar el cumpleaños de uno de ellos.

A las 3:00 de la madrugada de esa misma noche, recibí llamadas de los vecinos quejándose de que de mi propiedad salía música muy fuerte, escuchaban risas y gritos que provenían de la piscina.

Al parecer, las parejas eran swingers y montaron una fiesta sexual en mi piscina.

Al día siguiente, me encuentro con la piscina llena de botellas y vasos flotantes, inflables, colillas de cigarrillo desperdigadas por todo el jardín y algunos juguetes sexuales tirados.

Por suerte, no hubo daños mayores en mi propiedad, pero tuve que enfrentarme a varias quejas de mis vecinos.

A partir de ese evento, soy más precavido con las reservas y además instalé un dispositivo de monitorización de ruido que me notifica de cualquier problema antes de que los vecinos se enteren.”

Historias como estas hay miles, pero lo más importante es que existen algunas soluciones para poder controlar este tipo de eventos y que no se vaya de las manos.

Le hemos consultado a nuestros encuestados, qué consejo le darían a otros gestores de propiedades para poder evitar estas situaciones, descarga el informe aquí y conoce los consejos.